El delito de asesinato es uno de los crímenes con mayor relevancia social porque causar la muerte de una persona tiene un fuerte reproche por parte de la ciudadanía en todas las sociedades. De hecho, no hay ningún ordenamiento jurídico en el mundo en el que el homicidio o el asesinato no constituyan una infracción penal.
Qué es el delito de asesinato
El hecho de causar la muerte de una tercera persona está tipificado de forma diferente en el Código Penal (CP) en función de las circunstancias que concurran. Por eso se regulan dos figuras que, aunque son similares, no son exactamente iguales: el homicidio y el asesinato.
En el Código Penal el delito de asesinato está recogido en los artículos 139 a 140 bis, justo después de la regulación del homicidio.
La norma diferencia tres formas de este delito:
- Tipo básico.
- Tipo agravado.
- Tipo hiperagravado.
El asesinato implica matar voluntaria y conscientemente a una persona. Es decir, actuar con la voluntad de que la víctima pierda la vida. Pero no basta con eso, tiene que darse alguna de las circunstancias que enumera el artículo 139 del CP, ya que en caso contrario se juzgará la muerte como un homicidio.
Cuándo se comete un delito de asesinato según el Código Penal
Las circunstancias que definen el asesinato son:
Alevosía
Hay alevosía cuando el autor asegura la muerte de la víctima limitando sus posibilidades de defensa. Por ejemplo, si lleva consigo cuerda y bridas para inmovilizarla.
En este sentido, es importante matizar que basta con que el autor haya tenido intención de aplicar la alevosía para entender que hay un asesinato. A estos efectos es irrelevante si finalmente la víctima pudo llegar a defenderse.
Ensañamiento
Ensañarse con alguien implica aumentar de forma deliberada e inhumana su dolor. Llevando a cabo acciones que no son necesarias para conseguir el resultado deseado, que es la muerte de la víctima.
Por ejemplo, romper las piernas de la víctima, u obligarle a presenciar cómo se tortura a uno de sus seres queridos (el ensañamiento puede ser psicológico).
Precio, promesa o recompensa
El homicidio se convierte en asesinato si el autor actúa movido con el ánimo de obtener una recompensa, un precio o una promesa a cambio de causar la muerte de un tercero. A efectos legales, es indiferente si ese precio, recompensa o promesa llega o no a entregarse.
En estos supuestos hay un sujeto que lleva a cabo materialmente el delito y otro que lo propone. Este segundo sujeto se considerará también responsable de asesinato.
Facilitar la comisión o impedir el descubrimiento de otro delito
Cuando la muerte de la víctima no tiene otra razón de ser que facilitar la comisión de otro delito o impedir el descubrimiento de otro hecho delictivo. Por ejemplo, si se mata a la víctima de un atraco para que esta no pueda denunciar e identificar al autor.
Factores que agravan un delito de asesinato
Si se da cualquiera de las circunstancias anteriores, el homicidio pasará a ser considerado un asesinato. Además, hay agravantes que pueden aumentar la pena a imponer.
El tipo agravado se produce cuando concurren dos o más de las circunstancias anteriores; por ejemplo, si hay ensañamiento y, además, se ha actuado a cambio de un precio.
El tipo hiperagravado se produce cuando hay circunstancias de especial impacto social. Esto sucede cuando la víctima es menor de 16 años o una persona especialmente vulnerable por su edad, enfermedad o discapacidad.
También en aquellos casos en los que la muerte de la víctima se produce tras cometer un delito contra su libertad sexual; si el autor es miembro de una organización o grupo criminal y si ya hubiera sido condenado con anterioridad por otros tres asesinatos.
Las penas que se aplican en un asesinato
Para saber qué pena tiene el delito de asesinato hay que recurrir de nuevo al CP, que establece para el tipo básico una pena de prisión de 15 a 25 años de duración. En el caso del tipo agravado, la pena se impone en su mitad superior, por lo que puede oscilar entre 20 y 25 años de prisión. Para los supuestos hiperagravados, está prevista la pena de prisión permanente revisable.
Existen, además, unas penas accesorias que se pueden imponer en ciertos casos:
- Libertad vigilada cuando se estima que el sujeto es especialmente peligroso y puede haber reincidencia.
- Privación de la patria potestad. Si la víctima y el agresor tenían hijos en común o si la víctima era hijo o hija del agresor.
El asesinato es un delito grave que tiene el máximo reproche social y que se persigue hasta sus últimas consecuencias. Sin embargo, el paso del tiempo puede extinguir la responsabilidad criminal si no se ha conseguido dar con el autor.
Cuando se trata de cuándo prescribe un delito de asesinato en España, el plazo es de 20 años a contar desde la consumación del delito. Si la víctima era menor de edad, el plazo empieza a contar en la fecha en que esta alcanzaría la mayoría de edad.
El delito de asesinato es un hecho de especial gravedad. Por eso, tanto si se ocupa la posición de acusado como si se está en la parte de la acusación, es importante contar con un buen asesoramiento legal. Si necesitas ayuda, quedo a tu servicio como abogado penalista en Murcia y penalista en Alicante.
Abogado especialista en derecho penal
Colegiado por el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (nº 131239 )