El concurso de delitos es una figura jurídica sobre la que se ha debatido largo y tendido a lo largo de la historia penal. Resulta complicado abordar los casos en los que varias acciones dan lugar a un único o a varios delitos, y también aquellos en los que una única acción acaba generando la comisión de varios delitos.
Qué es el concurso de delitos.
El Código Penal establece reglas específicas para resolver las situaciones en las que una persona comete dos o más delitos al mismo tiempo o en momentos sucesivos, a fin de garantizar la proporcionalidad y la justicia a la hora de imponer las penas.
La teoría del concurso de delitos versa en torno a la necesidad de determinar si las conductas delictivas se deben enjuiciar y sancionar conjuntamente (en un concurso), o si deben ser tratadas y penadas como delitos independientes.
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Cómo y cuándo se aplica el concurso de delitos.
Para que se aplique el concurso de delito ideal o el concurso de delito real, es necesario que haya una única acción que da lugar a varios delitos, o varias acciones conexas que implican diferentes delitos.
El artículo 73 del Código Penal señala que, al responsable de dos o más delitos se le impondrán las penas correspondientes a las diversas infracciones cometidas. Es decir, que la regla general es que a cada delito se le impone su pena. Además, si es posible, esas penas impuestas al mismo sujeto se van a cumplir de forma simultánea.
Al respecto, es importante diferenciar los concursos de delitos de los supuestos de acumulación de penas. En el supuesto del artículo 73 se cometen varios delitos y se sanciona por cada uno de ellos. En el caso de la acumulación de penas, hay un único delito que se sanciona con varias penas.
Por ejemplo, una pena privativa de libertad y una pena de prohibición de acercarse a la víctima durante “X” años, o de residir en un determinado lugar una vez cumplida la condena de prisión.
Tipos de concurso de delitos
Las hipótesis que pueden darse a la hora de cometerse un delito son:
Unidad de acción y de delito.
Cuando una sola conducta genera un único resultado delictivo y, por tanto, no hay concurso de ningún tipo. Por ejemplo, si alguien mata a otro con alevosía, estamos ante un caso de asesinato.
Unidad de acción y pluralidad de delitos.
El sujeto activo realiza una única acción, pero causa varios resultados delictivos. Esto da lugar a lo que se conoce como concurso de delito ideal o concurso ideal de delitos. Por ejemplo, si alguien se salta un control de alcoholemia, atropella a un policía y le causa la muerte. En este caso, se produce un concurso ideal entre el homicidio imprudente y el delito de desobediencia a la autoridad.
En estos casos se genera una absorción agravada. De manera que la pena aplicable es la prevista para la infracción más grave, que se impone en su mitad superior. Pero el total de la pena impuesta nunca puede superar la suma de las penas correspondientes a los diferentes delitos cometidos.
Pluralidad de acciones y unidad de delito.
El delito continuado se produce cuando hay varias acciones que llevan a un mismo resultado delictivo. Por ejemplo, si un ladrón tiene un plan que sigue para realizar sustracciones de joyas en diferentes momentos.
Pluralidad de acciones y delitos
El concurso de delito real se produce cuando hay varias acciones y varios delitos. Por ejemplo, un atracador entra en una joyería para robar (atraco), rompe las vitrinas (delito de daños) y golpea a uno de los clientes (delito de lesiones).
Para entender que debe haber un concurso real se atiende a las reglas de conexidad. Es decir, o bien son hechos cometidos en distintos lugares y tiempos, pero con un plan o concierto para ello; o hay una analogía o relación entre los hechos que justifica que se puedan enjuiciar en una misma causa.
En el caso del concurso real, se produce la acumulación de penas que menciona el artículo 73 del Código Penal, de manera que se impone la pena que corresponde a cada uno de los delitos cometidos. Así, el sujeto activo del ejemplo recibiría una condena por el atraco, otra por los daños causados en el establecimiento y otra por las lesiones causadas a víctimas y testigos.
Es importante diferenciar esta figura del concurso medial, en la que hay pluralidad de delitos, pero una de las acciones es necesaria para cometer otra. Por ejemplo, si para cometer un alunizaje en una joyería primero se roba un vehículo. En el concurso real hay varios delitos, pero las acciones son independientes entre sí, una no requiere de otra.
Determinar cuándo corresponde un concurso de delitos no siempre es sencillo. Por eso, lo mejor en estos casos es contar con el asesoramiento de un especialista en derecho penal, y ya sabes que estoy a tu disposición.
Abogado especialista en derecho penal
Colegiado por el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (nº 131239 )