Cómo funciona un juicio rápido por alcoholemia.

Este procedimiento busca dar una respuesta inmediata a esta conducta delictiva, cuando el conductor supera los 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire espirado o una tasa de alcohol en sangre que supera los 1,2 gramos por litro.

juicio rápido por alcoholemia

Conducir un vehículo tras haber consumido alcohol puede ser constitutivo de una infracción administrativa o de un ilícito penal, en función del grado de intoxicación que muestre el conductor en las pruebas realizadas por los agentes de la autoridad. En caso de que la conducta se considere un delito, se lleva a cabo un juicio rápido por alcoholemia.

En qué consiste un juicio rápido por alcoholemia.

El juicio rápido es un proceso regulado en nuestro ordenamiento con la finalidad de enjuiciar conductas delictivas de poca gravedad y en las que el sujeto activo ha sido sorprendido de forma flagrante, por lo que se presume que la instrucción o investigación de los hechos, será sencilla. Se aplica con respecto a delitos que tienen previstas penas de prisión inferiores a los cinco años de duración, o penas de otra naturaleza con una duración inferior a los 10 años.

Además, para que pueda haber un juicio rápido por alcoholemia, es necesario que el procedimiento se haya iniciado a través de un atestado policial y que se haya detenido al autor o se le haya citado para que comparezca en el juzgado de guardia.

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Fases de un juicio rápido por alcoholemia.

En este tipo de procesos se dan tres fases diferenciadas:

Detección del delito.

El autor es sorprendido cometiendo el delito y se procede a su detención o se le cita para que comparezca en el juzgado de guardia.

Diligencias urgentes.

Se recaba toda la información necesaria y se cita a los implicados. Si no es posible llevar a cabo todas las diligencias necesarias durante el turno de guardia, se continúan las actuaciones a través de los trámites de las diligencias previas del procedimiento abreviado.

Juicio oral.

Si en la fase de diligencias urgentes no se consigue un acuerdo de conformidad, se procede al enjuiciamiento del acusado y se dicta sentencia.

Cuánto tarda un juicio rápido por alcoholemia.

Precisamente porque el objetivo de estos procesos de enjuiciamiento es dar una respuesta rápida, lo normal es que el juicio se desarrolle en un plazo de tres a cinco días, pudiendo extenderse, dependiendo del juzgado, hasta los 15 días. Además, en caso de conformidad, no hay que esperar a la sentencia, puesto que esta se dicta en el mismo acto.

No obstante, el tiempo concreto que habrá que esperar depende mucho del nivel de saturación de trabajo que tenga el juzgado que deba intervenir.

¿Es necesario contar con un abogado?

Al tratarse de un procedimiento penal, es obligatorio el abogado en un juicio rápido por alcoholemia.

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Por leve que sea el delito del que se está acusando a una persona, es fundamental que esta cuente con las debidas garantías a la hora de defender sus derechos. Por eso, el papel del abogado en el juicio rápido por alcoholemia no se limita a únicamente al asesoramiento. Lleva a cabo una auténtica labor de defensa que puede dar lugar a una reducción de condena.

Además, tras el proceso, en caso de condena tras el juicio, el acusado del delito tiene derecho a interponer recurso contra la sentencia dictada si no está de acuerdo con la misma. En esta labor, le será de gran ayuda contar con un letrado de su confianza y que ya conozca el procedimiento.

Cómo ganar un juicio rápido por alcoholemia.

El primer paso es contactar inmediatamente con un abogado una vez recibida la citación. No hace falta esperar al juicio para su intervención, lo aconsejable es que el especialista asesore a su defendido ya en la fase de diligencias.

Que el abogado esté presente lo antes posible es la mejor forma de armar una buena defensa, porque es en las fases iniciales del proceso donde más información se puede obtener.

En la mayoría de los casos, estos juicios se ganan por algún defecto de forma en el procedimiento o fallo en los equipos de medición (etilómetro). Cuanto más tiempo tenga el abogado para evaluar estas circunstancias y preparar las pruebas que va a presentar, mucho mejor.

Por ejemplo, se puede ganar el proceso si se demuestra que los elementos utilizados para la medición de la tasa de alcohol no están homologados, o su homologación está caducada, o que no se ha esperado el tiempo que marca la ley (10 minutos) entre la prueba original y la prueba de confirmación.

Otros fallos del proceso que pueden llevar a la absolución del acusado son que el ticket presentado con los datos sobre el nivel de alcoholemia no coincidan con el etilómetro con el que se ha hecho la medición, o que falte el ticket, entre otras causas.

Un juicio rápido por alcoholemia se puede ganar, pero el acusado necesita empezar a trabajar en su defensa lo antes posible y, para ello, necesita un buen abogado. Si estás buscando a un especialista en esta materia, estoy a tu disposición.

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Alvaro Prieto Abogado penalista

Abogado especialista en derecho penal
Colegiado por el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (nº 131239 )

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